Foto: Michel Amado Carpio
Hoy lancé
una pregunta al aire en el facebook: ¿si dejara de cantar, de qué otra manera
podría ganarme la vida? ¿Qué podría hacer que pudiera permitirme vivir de ello
y ser feliz? Hay varias cosas para las que me considero buena y que disfruto
hacer: hago un pastel de manzana
bastante exitoso entre mi familia, hago dibujos y pinturas (para nada tanto
como debiera…), disfruto enormemente leer, me gusta preparar y tomar té, me
gusta escribir y creo que no lo hago tan mal, también me gusta platicar con mis
amigos. Y algunas otras cosas más.
Hubo bastantes comentarios del amable y generoso público que asiste al facebook,
la gran mayoría insistía con bastante énfasis en que por ningún motivo debo dejar de
cantar, algunos cuantos aplaudieron mi fantasía de abrir un negocito donde se
comiera pastel de manzana y se tomara té mientras se lee y se platica… y tal
vez de repente se canta – pero nadie, de verdad nadie, respondió a mi pregunta
con una sugerencia de otra actividad de la cual pudiera yo vivir. Tal vez mi pregunta no estaba
adecuadamente formulada, pero yo tenía curiosidad de provocar sugerencias
interesantes.
La verdad es
que mi pregunta, medio ociosa y por divertirme un poco, tenía algo de
fondo y
verdad, porque en este oficio, que uno debe reiniciar y reinventar todos los
días, de “construir un proyecto artístico que busque tener coherencia,
consistencia, profundidad, honestidad, calidad, continuidad, crecimiento” y que
además de todo eso VENDA – porque si uno hace todo lo anterior se debe dedicar
de tiempo súper completo a ello y por lo tanto debe poder vivir de hacerlo, con
todo lo que implica vivir -, hay muchos momentos en los que surge un gran deseo de dedicarse
a algo más amable, dulce, fácil!! Como hacer pasteles. Aunque esos luego habría que venderlos
y ahí el asunto deja de ser amable, dulce y fácil.
Debo aclarar
que cuando digo que el trabajo artístico – musical, en mi caso - debe VENDER, a
lo que me refiero es a tener conciertos llenos de gente que compró su boleto y que
también compró nuestros discos; un público real, de carne y hueso que reciba lo
que estamos ahí para entregar.
Seguramente ustedes que me leen piensan que este es un discurso ya muy
repetido por los que andamos en esto y que suena solamente a una larga y amarga
queja. Bueno... hay muchas veces en que sí es una amarga queja, como
cuando estamos a punto de tirar la toalla porque acabamos quebrados después de
haber producido un concierto al que no llegó ni de lejos el público que
necesitábamos que asistiera – asunto sobre el cual hay que decir que invertimos
una buena cantidad de tiempo de análisis, de revisión, de planeación, porque
para nada vayan ustedes a creer que somos unos improvisados, ¿eh? Pero luego algo extraño pasa y volvemos
a sonreír y a inventar un nuevo proyecto y a componer canciones para un nuevo
disco y nos damos cuenta de que no estamos solos, sino de que hay una bolita de
gente dispuesta a volver a
entrarle al nuevo proyecto y correr riesgos con nosotros. Y entonces se nos quita el miedo.
Esa es otra
cosa que creo que también sé hacer y de la que también creo que puedo hablar:
lo que significa construir todos los días un proyecto artístico que se vuelve
el motor de vida, permanentemente conectado con todas las otras partes de ella, que la explica, desde donde se hacen las preguntas y también se responden,
desde el que construyen también otras edificaciones que albergan universos
complementarios, desde donde podemos creer en nosotros mismos y en los demás,
desde donde podemos inventar la vida de todas los días y ser mejores personas y
amar sin perder la brújula. Vivir,
caramba.
Jaramar
PD – De cualquier
manera se siguen aceptando sugerencias de actividades alternas y/o
complementarias a las que pudiera yo dedicarme.
Toda actividad alterna que tge mantenga feliz, contenta y congruente contigo siempre será la ideal... yo soy músico también pero no me inmutaria vender poemas en la calle y sueño con una modesta cafeteria donde se venden libros usados...
ResponderEliminarHola Jaramar.
ResponderEliminarLa verdad creo que te entiendo perfectamente, algo así me pasa, trabajo en al menos tres cosas que medianamente me satisfacen para seguir trabajando y preparándome en la que me apasiona y por lo que doy y disfruto la vida y no me deja tiempo y recursos para tantas otras que también quiero, como comprar tus discos, es un ciclo viciado. ¿Sabes? la idea de tu taller de voz me parece genial y formidable y es otra forma de hacerse de recursos con algo que tiene que ver con lo tuyo, es ideal. Lo malo es que al menos yo, que deseo asistir a ésta y otras actividades de mi interés, no encuentro tiempo para hacerlo, los horarios de la vida diaria,los recursos económicos se fugan en sostener una vida que no queremos, es una vida donde hacemos lo que tenemos que hacer para sobrevivir, sin dejar tiempo para lo que uno quiere hacer para vivir. Comparto pues tu frustración. Saludos Patty 8a
El oficio al que uno se dedica es sólo una parte de lo que una es, no lo es todo. Como escribió el poeta Rafael Cadenas: "Ser esto o lo otro no supera a ser".¡Haz lo que te de la gana cuando te dé la gana! Canta si quieres cantar y si no quieres pues no cantes, eso es lo de menos. ¡Nada te obliga!
ResponderEliminarSaludos libres
Nadir Chacín